Seis cámaras aguardan por él en la terraza de su apartamento, en Caracas, para retratarlo antes de salir a su primer acto de campaña frente a miles que lo desconocían hasta hace un mes, cuando su nombre fue escogido para representar a la alianza de partidos opositores en la elección presidencial de este 28 de julio.
Desde ese día se le ve traje en entrevistas y fotografías, pero este sábado lleva jeans y una guayabera blanca, porque el calor en La Victoria, en Aragua, amenaza.
Las ráfagas de las cámaras disparando le siguen intimidando, pero dice estar ya acostumbrado. Sereno. De frases cortas, pensadas nada improvisadas, Edmundo González Urrutia, de 74 años, irá este 18 de mayo junto a su esposa Mercedes y su hija Mariana a una concentración, donde la más esperada es María Corina Machado, sin embargo le tocará a él representarla en la boleta electoral de la contienda.
Mientras esperan que el mitin comience, los asistentes muestran sus carteles, más que en apoyo al binomio González – Machado, en repudio al colapso de los servicios públicos, pues en las últimas semanas han sufrido apagones por días enteros. “No más cortes de luz, no más cortes de agua, no más fila de gas”, se leía en uno de los mensajes.
Son las 12 del mediodía. Ya Machado y los líderes de los partidos políticos están juntos en la tarima. «Hemos seguido sorteando todos los obstáculos y cada vez que nos ponen una barrera, nos crecemos más», dice Machado antes de presentar a González ante las masas.
El diplomático ahora lleva puesta la gorra de los Tigres de Aragua, el equipo de béisbol local, que se quita en seguida, para comenzar a leer un discurso en hojas sujetas con un gancho metálico a una carpeta. «Unos pocos nos han arrebatado los derechos a todos”, expresa.
«Yo garantizo un alternancia en paz en el que todas las fuerzas políticas podrán ejercer sus derechos en el marco de la Constitución”, le prometió González a quienes aún militan en el chavismo.
«A la comunidad internacional le pedimos que nos acompañen de cerca en este proceso, porque será definitorio para reducir la migración y hacer de Venezuela un socio confiable”, afirmó en su discurso que se extendió unos 12 minutos.
También tuvo palabras para la Fuerza Armada Nacional:
«Seré garante de su institucionalidad”.
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