Irán lanzó un ataque masivo con misiles contra Israel este 1 de octubre, marcando un incremento significativo en las hostilidades entre ambos países.
Este ataque se produjo tras la reciente invasión israelí en el sur de Líbano, dirigida contra la milicia chiita Hezbolá, aliada de Irán.
Las alarmas sonaron en todo Israel, instando a los ciudadanos a buscar refugio mientras se reportaban explosiones en varias ciudades, incluyendo Tel Aviv y Jerusalén.
Este ataque se produce en un contexto de creciente tensión en la región, exacerbada por la invasión israelí a Líbano y las hostilidades continuas con grupos militantes palestinos.
La situación ha llevado a una evacuación masiva en algunas áreas y ha incrementado las preocupaciones sobre una posible escalada hacia un conflicto regional más amplio.
Detalles del Ataque
Número de Misiles: Se estima que Irán disparó entre 180 y 200 misiles en esta ofensiva, lo que representa uno de los ataques más significativos desde el inicio de las hostilidades en la región.
Intercepción: El sistema de defensa aérea israelí, conocido como Domo de Hierro, logró interceptar muchos de los proyectiles, y no se reportaron heridos graves entre la población israelí.
Motivación: Según el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI), este ataque fue una represalia por el asesinato del líder de Hezbolá, Hasan Nasrallah, y del líder de Hamás, Ismail Haniyeh.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, calificó el ataque como un “grave error” y prometió que Irán “pagará” por su agresión. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han declarado que están en alerta máxima y preparadas para responder.
Por su parte, Estados Unidos ha expresado su apoyo total a Israel, afirmando que cualquier ataque militar directo contra Israel tendrá consecuencias severas para Irán. Además, se ha coordinado con Israel para interceptar misiles durante el ataque15.