La oposición en Venezuela encara una nueva etapa política “muy dura y hostil” después de la juramentación de Nicolás Maduro para otro período de gobierno y ante la imposibilidad del líder opositor Edmundo González de poner fin a su exilio para asumir la presidencia en su país, como reiteradamente había prometido, dijeron expertos a la Voz de América.
Maduro, declarado vencedor por el ente electoral del país sin pruebas fehacientes, tomó posesión el viernes en Caracas para seis años más de gobierno, en medio de un operativo de seguridad sin precedentes para una investidura presidencial en la nación.
El acto, realizado en ausencia de la mayoría de los presidentes del mundo y apenas la compañía de los gobernantes aliados de Cuba y Nicaragua, consumó “un golpe de Estado” del chavismo, a juicio del bloque opositor y sus líderes, González y María Corina Machado, actualmente en la clandestinidad.