Marcas exclusivas, ropa de diseñador, automóviles Mercedes Benz, mansiones y apartamentos, fueron algunas de las propiedades que el hijo del presidente Petro adquirió con el dinero sucio que recibió para la campaña de su padre, y que luego buscó poner a nombre de terceros.
Casto Ocando | Primer Informe
Las compras desorbitadas y un estilo de vida con altos gastos por parte de Nicolás Petro Burgos, hijo del presidente socialista colombiano, Gustavo Petro, fueron las señales que vieron los investigadores de la Fiscalía para iniciar sus pesquisas previas a la acusación que hoy lo tiene como uno de los colaboradores más importantes del Ministerio Público colombiano, en un caso que afectaría directamente la presidencia de su padre.
De hecho, durante la audiencia de imputación de cargos contra Petro Burgos, salió a relucir una larga lista de lujos y excentricidades, producto presuntamente del enriquecimiento ilícito y lavado de activos por el que se le acusa.
Una historia que se asemeja a la que los veneozlanos vivieron desde el inicio de la llamada revolución bolivariana de Hugo Chávez, y el surgimiento de los «boliburgueses».
El fiscal Mario Burgos lo dejó claro durante la audiencia del caso: “usted solo contaba en su cuenta con 280 millones de pesos, pero sus gastos superaban los 1.000 millones de pesos para el año 2022″.
Según la Fiscalía, Nicolás Petro tenía un nivel de gasto significativamente mayor a los ingresos que recibía como diputado. Nada más en 2022 la diferencia fue de más de mil millones de pesos (unos US$243,000) que hasta el momento no se han podido justificar.
«Dinero injustificado que no fue producto de su actividad económica. Compró un carro Mercedes Benz por un valor de 200 millones de pesos (unos US$48,500), pagados en efectivo, para entregárselo a Daysuris Vásquez y ponerlo a nombre de otra persona, a nombre del padre de ella y después de su hermana; la señora Gley y el padre no podrían soportar ese gasto”, aseguró el fiscal.
En el seguimiento de los gastos realizados al diputado Petro Burgos, sorprendieron algunos realizados en Bogotá y Barranquilla, en lujosas tiendas de las marcas Ferragamo o Carolina Herrera.
Otro hecho que de inmediato encendió las alarmas de la Fiscalía fue la compra de una «mansión» en Barranquilla.»Con los dineros recibidos por usted en efectivo e injustificados y, al no ser producto de dicha actividad económica en calidad de diputado, invirtió en la casa número 4 en el condominio La Herradura. Llegó como arrendador y decidió comprar la mansión. Usted, Nicolás y Daysuris vivieron en arrendamiento y luego mostraron su intención de compra, acordándose en 1.650 millones de pesos” (alrededor de US$400,000), dijo el Fiscal.
“Creo que todos nos haríamos hacer elegir como diputados, ¡200 millones de pesos, por favor! Señor Nicolás, usted no cuenta con otra actividad económica que le genere ingresos, ninguna. De hecho, señor Nicolás, en sus declaraciones de renta presentadas para el año 2020 y 2021 enunció tener únicamente rentas derivadas de su trabajo como diputado por la Asamblea del Atlántico, con un patrimonio para el año 2020 de 52′800.000 pesos”, dijo el fiscal del caso, Mario Burgos.
El fiscal fue más allá y dijo que Petro Burgos “ganaba 13 millones, salario integral aproximadamente 18′700.000 pesos (unos US$4,500) como diputado. Los pagos de nómina, señor Nicolás, a 31 de diciembre del 2020, usted tenía un saldo de $ 28′222.346 (unos US$6,900) y en el 2021 un saldo reportado y corroborado de $57′025.738 (unos US$13,800) con una diferencia de $ 24′649.654 (unos US$6,000) y de $ 97′580.262 (unos US$23,800), respectivamente, entre año y año, para que usted me vaya entendiendo. De acuerdo con lo reportado para su patrimonio. Está bien, señor Nicolás, usted no reportó tener obligaciones financieras”, enfatizó.
Ocultando el dinero
La Fiscalía tendría pruebas claras de los movimientos ilegales de Nicolás Petro intentando ocultar los bienes adquiridos con los millones recibidos de dudosos personajes en Barranquilla y Bogotá.
El ente acusador dijo que Petro Burgos quería ocultar bienes a través de terceras personas, principalmente familiares de Day Vázquez, su ex pareja.
De esta forma, el hijo del presidente Gustavo Petro realizó las compras de apartamentos, casas y carros de lujo que, según los chats aportados por Vázquez, no podían quedar a nombre suyo porque no se vería bien que el hijo del presidente del país hiciera esos movimientos de dinero.
Allí fue cuando acordaron, según la reconstrucción de la Fiscalía, que era necesario usar a terceras personas para dejar a su nombre las millonarias propiedades y salir del radar.
Pero el plan tuvo una serie de problemas debido a que muchas de esos familiares de Day Vázquez quienes fueron elegidos para justificar las compras, no contaban con historia financiera ni fondos suficientes para soportarlas. En la audiencia sonó el nombre de César Emilio Vazquez, tío de Day.